Los terribles de peñarroya: III CARRERA POR MONTAÑA CALAMORRO 2010

Este fin de semana pasado nos aventuramos Antonio y yo a la III carrera de montaña el Calamorro, que se desarrollaba en el pueblo de Benalmádena. Carrera que se componía de 26 km con 4450 m. de desnivel acumulado. Con un 95% de senderos y casi obligado 5% de asfalto

La carrera arranco a las 9 de la mañana desde el Pabellón de Deportes del Arroyo de la Miel de Benalmádena. Pabellón en el que pasamos la noche, disfrutando con los compañeros de un gran ambiente de corre-montañeros.

Los 2 primeros kilómetros eran de asfalto hasta alcanzar los senderos. Al dar el pistoletazo de salida, la cabeza de la carrera empezó muy fuerte, en la que se encontraba el compañero Antonio y fue entonces cuando decidí, empezar un poco más conservador e ir de menos a más, para que no me ocurriera lo que en la carrera pasada, en la que los últimos kilómetros se mi hicieron eternos. Fue entonces cuando perdí de vista a Antonio y no lo volvería a ver hasta la meta. Comencé los primeros senderos unos 4 km en los que fui a un ritmo cómodo, hasta que comenzó la primera subida con 500 m de D+ , seguida de una bajada para ir calentando. Fue a partir de este punto cuando comienza la ascensión al cerro del castillo, para mi la ascensión más dura de la carrera ya que sus últimos metros eran autenticas paredes. Después hubo unos 6km de bajada que arañaba fuerzas y energías, en la que la musculatura sufrió duramente, al igual que la planta de los pies por la dureza del terreno, en la que notaba la sensación de que me ardían. En este tramo me resentí de una esguince que me realice la semana anterior, sufriendo molestias hasta pasados varios km. Llegados a este punto me quedaba la subida al Calamorro, ascensión de 4 km, cogí un buen ritmo y empecé a adelantar corredores, cosa que me hacia aumentar la moral. Llegados ya al mirador, el punto más alto de este ultimo ascenso, ya solo me quedaban 5 km de bajada, en la que esistían tramos muy técnicos, estos últimos kilómetros los realice a buen ritmo ya que había reservado fuerzas en los kilómetros anteriores, aunque esto no evitara los fuerte dolores musculares, por la cantidad de km acumulados, acompañados de subidas ,bajadas y algunos saltos.

Terminada la carrera disfrutamos de una paella para reponer fuerzas, intercambiando sensaciones con otros compañeros.

Decir que disfruté mucho esta carrera y empiezo a saborear la montaña, ya que me dio momentos indescribibles, al correr por esa laderas en las que me acompañaba la soledad, y el latir de mi corazón.